Leo en el Rincón del Calvo:
El oro y la algarroba.
El término “quilate” tiene una historia bastante interesante y antigua. Proviene de la palabra griega kerátion, que significa algarroba (Ceratonia siliqua). Las semillas de algarroba eran conocidas por tener un peso muy uniforme, lo que las hacía ideales para usarlas como medida de peso en la antigüedad.
Por ese motivo, los comerciantes de gemas y joyas utilizaban estas semillas para pesar sus productos, ya que una semilla de algarroba pesa aproximadamente 0,2 gramos. Con el tiempo, esta práctica se extendió y el término evolucionó. Los árabes adoptaron esta unidad de masa y la llamaron quirat, que luego se transformó en “quilate” al pasar al español.
Fue la sorprendente uniformidad de las semillas del Algarrobo quienes facilitaron el comercio de gemas, perlas y metales preciosos, esas semillas pesaban igual en Grecia, en Egipto o en la costa de Iberia. Luego se confundió peso con pureza del oro, no es lo mismo, pero se mantuvo la denominación de Quilate.
Y esto sucedió en el entorno del Mediterráneo durante posiblemente el Neolítico, ahí crece la Ceratonia siliqua, ese algarrobo hoy en día tan poco se valora y que es una fuente inagotable (y sostenible) de productos valiosos. Otro día vuelvo con él.