Hace algunos años aparecieron cerca de Fresneda las que, según el tomo II de Minerales y Minas de España de Miguel Calvo, hasta la fecha han sido las piritas más relevantes de Cantabria tanto por su cristalización como por su tamaño.
Estas piritas salieron a la luz gracias a unas obras de ampliación en la carretera a Saja. Y parece ser que muchas de ellas se fueron para Alemania (como Pepe) cuando un autobús lleno de turistas teutones pasó por allí. Supongo que éstos iban a meterse un buen cocido montañés entre pecho y espalda, pero unas piritas de añadidura no venían tampoco mal para quitar ardores digestivos.
Aún hoy es posible encontrar algunas muestras alteradas de aquellas lejanas obras.
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