25 de enero de 2010

Venta de minerales: Ignorancia e indiferencia

Hace algunos años me contaron un chiste muy ingenioso en el que un hombre le preguntaba a otro: "¿Qué es peor, la ignorancia o la indiferencia?" Y el otro le respondía: "...ni lo sé.... ni me importa....".
Mina 9 de septiembre, Distrito de Madan, Montañas Rodopi
Pues bien, yo en esto de la legalidad de la venta de minerales peco de ambas: De ignorancia y también de indiferencia. Vamos, que ni me conozco la normativa a fondo ni me interesa lo más mínimo.

Mina 9 de septiembre, Distrito de Madan, Montañas Rodopi
Sin embargo, cada vez que leo sobre esto en los foros (lo poco que los miro) me sorprende, y muy mucho, la importancia que algunos le dan al asunto de la legalidad de esta noble actividad (toma pareado). Comparada con otras actividades, el volumen de dinero que mueve la venta de minerales aquí es muy inferior al de cualquier otra actividad comercial menos "friki". Y estoy seguro de que Hacienda (que somos todos) tiene problemas mucho más importantes en los que ocupar a su personal. Y sin embargo, hay algún elemento por ahí que una y otra vez insiste en esto, y me gustaría saber por qué oculto interés lo hace. Cuidado, que la hipocresía es muy atrevida, tanto o más que la ignorancia.

Aún así me gustaría añadir que en los muchos años que llevo comprando minerales a los comerciantes que supuestamente pagan sus impuestos, muy pocas veces he recibido un ticket (mucho menos una factura) de la compra. Y, sin embargo, en la cafetería donde tomo mi "pintxo con el kafesnea" diario siempre me dan el ticket.

Así, a bote pronto, he recibido algún tipo de justificante por la compra de minerales un par de veces en eBay, y por la bonita pieza de galena (cristales 3 cm), calcita, esfalerita y cuarzo de Bulgaria cuya foto pongo en esta entrada. También incluyo el ticket que me dieron en el museo donde la compré para que no haya duda.

2 comentarios:

  1. Gracias por la reflexión, que comparto. Y gracias también, dadas las circustancias, por el tono de la misma.

    Es un placer pasar por aquí a menudo.

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  2. El placer es mío. Que un experto en el campo se pase por aquí y además lo disfrute... ¡Menuda gozada!

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