Fue bonito mientras duró, y fueron cinco intensos años inolvidables en los que descubrimos nuevos pueblos, magníficas playas, una sabrosa gastronomía, ricas minas y canteras, amigos sinceros y sobre todo trajimos a nuestra Leire.
Los caminos de la vida son misteriosos y una vez más la rueda de la fortuna vuelve a girar para llevarnos por muchos motivos y, esperemos que para mejor, a un bonito pueblo vizcaíno en la margen derecha de la Ría de Bilbao.
Sí, efectivamente, en pocas semanas, a estas alturas ya casi días, dejaremos de ser vecinos de Castro Urdiales para serlo de Getxo.
Con el traslado y los trámites diversos que ello conlleva, el blog y la colección han sufrido un parón importante que se prolongará varios meses.
Sin embargo, en un futuro espero no muy lejano la colección empezará a salir de las cajas para su exposición en unas merecidas vitrinas y para los intercambios que muchos hace tiempo esperáis.
A mí también me da mucha pena, pero como bien dices, es una nueva etapa que estoy segura va a ser tan intensa y hermosa como la que dejamos atrás. Estaremos los cuatro juntos, tomando decisiones conjuntas, viviendo nuevas experiencias, minas incluidas, y yo si puedo y tengo tiempo seguiré escribiendo relatos jocosos de mi experiencia con los minerales y con los hijos, que tiene que ser algo superlativo...
ResponderEliminarYa era hora de que volvieses del extranjero.
ResponderEliminarOngi Etorri