Como viene siendo una tradición en nuestra casa, este año el Olentzero me ha vuelto a regalar un libro de carácter lúdico-científico, y yo encantado.
Esta vez ha sido uno que, por extraño que parezca, es producto nacional: Einstein versus predator.
Aún no he empezado a leerlo ya que últimamente tiempo me sobra más bien poco, pero estoy ansioso por empezarlo (que como decía Don Quijote, es medio acabarlo).
Por lo que he oído el autor debe ser un profesor asturiano que ilustra sus clases de física con multitud de "errores científicos" del cine. Ciertamente, ha escogido un campo muy sembrado donde es fácil recolectar.
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