25 de marzo de 2012

Tres meses de silencio

Puedo decir que ya estoy de vuelta tras esta pausa blogera salvo para lo imprescindible y más importante, es decir, la Familia.

Tres meses a todo gas y tres o cuatro previos a medio de estudios y trabajo me han absorbido ¿demasiado? tiempo de otros quehaceres de los cuales el que más me ha dolido es el que debo a mis niñas.

Finalmente, todo ha salido bien y con el hacha chorreando sangre enemiga, la casaca repleta de cabelleras y el orgullo henchido me dispongo a continuar con mi vida normal.

Y en esa normalidad entra dar contenido a este blog como he venido haciendo hasta hace unos meses.

Así que desde aquí me doy la bienvenida.

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