Aunque tengo piezas similares en la colección obtenidas mediante intercambio hace más de 5 años, creo que por ahora y mientras no haya nada mejor me la quedaré.
En este espacio podrás encontrar fotografías de algunos minerales de mi colección,
así como reflexiones, experiencias o mis inquietudes en general.
30 de abril de 2012
Cuarzo de Massabe, Sils, Girona
Aunque tengo piezas similares en la colección obtenidas mediante intercambio hace más de 5 años, creo que por ahora y mientras no haya nada mejor me la quedaré.
28 de abril de 2012
Piezas de Asturias para intercambio
No son gran cosa pero creo que al menos sí lo bastante aceptables como para intercambios y por eso las he guardado en el baúl de piedros para cambios.
Resulta bastante curioso el crecimiento de dolomita en la pieza de la mina Emilio.
22 de abril de 2012
Minerales y Minas de España: El V
Ayer me pasé por correos para recoger el quinto volumen de la colección de Minerales y Minas de España que está creando M. Calvo.
Antes de dar mi primera impresión sobre el libro (la que queda), mis felicitaciones para la Fundación Gómez Pardo por ser un ejemplo como pocos de profesionalidad a la hora de realizar los envíos postales. Desde que lo solicité por email hasta que lo recibí perfectamente empaquetado en una oficina de correos de Getxo pasaron menos de 48 horas. La única queja, seguramente para la gente de correos, que el libro venía con una doblez mínima y reversible en el lomo (es que soy muy maniático para los libros).
También, antes de entrar en materia, querría dejar claro el hecho de que en la era WWW, una obra como esta ya no tiene ya sentido lo mismo que no lo tienen (es que ya no se venden) las enciclopedias en papel. Es en Internet donde encontramos este tipo de material vivo, en pleno desarrollo, con mucho más y mejor material gráfico y más completo.
Ahora sí que sí al grano.
Una vez más el volumen V una obra de esfuerzo y tesón que hace al autor merecedor de mi más sincera enhorabuena. Pero como siempre, hay pequeñas cosas mejorables o que yo hubiera hecho de otra manera.
La primera, creo que ya lo comenté en una entrada sobre otro volumen anterior, las muestras minerales elegidas para las láminas centrales a todo color. Una pena que se insista en ponerlas de una calidad tan poco ilustrativa del nivel máximo que ofrecen los yacimientos. Obviamente, el autor está en su perfecto derecho de poner piezas de su colección o de la de sus amigos, pero ha de pensar que esto debe perdurar aunque como he dicho con Internet ya no.
La segunda, algunas imprecisiones o errores que a veces son de bulto. Por ejemplo, se habla de que cerca de la mina Primitiva, en Bilbao, hay azurita (en un volumen anterior se hablaba también de cuprita y en otro incluso de cobre nativo). Correcto. Sin embargo, en éste no se menciona para nada la malaquita cuando es con diferencia lo más abundante y evidente del talud.
La tercera los agradecimientos. He de entender que las personas que aparecen en ellos han debido de hacer contribuciones de la pera, algo así como los descubrimientos del siglo en la Ibérica, o si no unas meriendas y cenas para el autor magníficas con un vino al menos Gran Reserva y Oporto 20 años para el postre. Digo esto porque encuentro reflejados en el libro varios correos míos (por no hablar de los blogs, post en foros e emails de los demás) con información solicitada por el autor durante años sobre yacimientos poco conocidos de Ezcaray (mina Marte y camino de subida a depósito, Turraguas, Cilbarrena, Azarrulla) y otros más conocidos de Bilbao. Y no es que considere que deban ser merecedores de una mención en un libro, pero por comparación todas las otras apariciones deben ser la leche.
Antes de dar mi primera impresión sobre el libro (la que queda), mis felicitaciones para la Fundación Gómez Pardo por ser un ejemplo como pocos de profesionalidad a la hora de realizar los envíos postales. Desde que lo solicité por email hasta que lo recibí perfectamente empaquetado en una oficina de correos de Getxo pasaron menos de 48 horas. La única queja, seguramente para la gente de correos, que el libro venía con una doblez mínima y reversible en el lomo (es que soy muy maniático para los libros).
También, antes de entrar en materia, querría dejar claro el hecho de que en la era WWW, una obra como esta ya no tiene ya sentido lo mismo que no lo tienen (es que ya no se venden) las enciclopedias en papel. Es en Internet donde encontramos este tipo de material vivo, en pleno desarrollo, con mucho más y mejor material gráfico y más completo.
Ahora sí que sí al grano.
Una vez más el volumen V una obra de esfuerzo y tesón que hace al autor merecedor de mi más sincera enhorabuena. Pero como siempre, hay pequeñas cosas mejorables o que yo hubiera hecho de otra manera.
La primera, creo que ya lo comenté en una entrada sobre otro volumen anterior, las muestras minerales elegidas para las láminas centrales a todo color. Una pena que se insista en ponerlas de una calidad tan poco ilustrativa del nivel máximo que ofrecen los yacimientos. Obviamente, el autor está en su perfecto derecho de poner piezas de su colección o de la de sus amigos, pero ha de pensar que esto debe perdurar aunque como he dicho con Internet ya no.
La segunda, algunas imprecisiones o errores que a veces son de bulto. Por ejemplo, se habla de que cerca de la mina Primitiva, en Bilbao, hay azurita (en un volumen anterior se hablaba también de cuprita y en otro incluso de cobre nativo). Correcto. Sin embargo, en éste no se menciona para nada la malaquita cuando es con diferencia lo más abundante y evidente del talud.
La tercera los agradecimientos. He de entender que las personas que aparecen en ellos han debido de hacer contribuciones de la pera, algo así como los descubrimientos del siglo en la Ibérica, o si no unas meriendas y cenas para el autor magníficas con un vino al menos Gran Reserva y Oporto 20 años para el postre. Digo esto porque encuentro reflejados en el libro varios correos míos (por no hablar de los blogs, post en foros e emails de los demás) con información solicitada por el autor durante años sobre yacimientos poco conocidos de Ezcaray (mina Marte y camino de subida a depósito, Turraguas, Cilbarrena, Azarrulla) y otros más conocidos de Bilbao. Y no es que considere que deban ser merecedores de una mención en un libro, pero por comparación todas las otras apariciones deben ser la leche.
14 de abril de 2012
Los foros de minerales exposed
Los foros de minerales, más o menos como los conocemos hoy, existen desde hace ya casi dos décadas. Son puntos de encuentro muy bucólicos, incluso idílicos para los coleccionistas que no los conocen bien, pero pueden ser altamente peligrosos y nocivos para la salud mental de la mayoría.
Desde el momento en el que éstos son de libre acceso y gratuitos se convierten en entornos donde la leyes del respeto, la decencia, la cordura y la vergüenza se rigen por el más absoluto caos e indeterminación. Y si encima se permite el registro anónimo o pseudónimo, la mezcla se convierte en pura nitroglicerina. Afortunadamente, la mayoría de éstos exigen unos pocos demográficos para identificar a cada "forero".
Ahora bien, el principal problema de los foros, lo dicen psicólogos y sociólogos expertos en las TIC, es que no vemos a nuestro interlocutor y la interpretación de cualquier afirmación depende sólo del estado de ánimo, educación, manera de leer, etc., del lector. Y esto es lo más peligroso de todo ya que es muy fácil pasar así al marco personal, no te cuento si encima se mete en medio un tercero (administrador), cuarto o quinto.
De ahí, en mi opinión, que en muchos foros surjan (es lo más triste) descalificaciones personales a veces por simples comentarios sin mayor malicia para la mayoría salvo para el que los lee. Y seguro que tiene toda la razón.
Decía lo más triste, porque en muchas ocasiones este tipo de polémicas en los foros son lo más interesante que puedes leer en ellos. Es ahí cuando realmente aprendes cosas de minerales y todo lo que los rodea. El resto del hilo o hilos suele ser una retahíla de fotos de amigos dándose un abrazo con la txupicamiseta, montones de "me ha gustado, gracias por las fotos, y más paja anodina", y algún que otro esforzado caballero que nos da su visión particular del tema que dentro de sus limitaciones suele ser más o menos útil para el resto.
En mi opinión, estamos en un extremo muy peligroso en el que algunos foros/hilos de minerales son lugares aburridos donde se escribe por escribir y se ilustra muy poco de minerales. Esto hace que los que realmente pueden aportar tarde o temprano en un terreno tan árido y aburrido se encuentren con una "divertida confrontación" y decidan marcharse desertizándose todo más y más.
A veces resulta un poco estúpido escribir en un foto que me ha gustado tal o cual pieza sin nada más que lo acompañe. Esto también lo hago yo y reconozco que es ridículo.
¿Soluciones para amenizar y hacer más serios estos espacios?
Difícil problema para los responsables y administradores que les queda como ejercicio. Como siempre, yo miraría hacia USA para sacar ideas.
Desde el momento en el que éstos son de libre acceso y gratuitos se convierten en entornos donde la leyes del respeto, la decencia, la cordura y la vergüenza se rigen por el más absoluto caos e indeterminación. Y si encima se permite el registro anónimo o pseudónimo, la mezcla se convierte en pura nitroglicerina. Afortunadamente, la mayoría de éstos exigen unos pocos demográficos para identificar a cada "forero".
Ahora bien, el principal problema de los foros, lo dicen psicólogos y sociólogos expertos en las TIC, es que no vemos a nuestro interlocutor y la interpretación de cualquier afirmación depende sólo del estado de ánimo, educación, manera de leer, etc., del lector. Y esto es lo más peligroso de todo ya que es muy fácil pasar así al marco personal, no te cuento si encima se mete en medio un tercero (administrador), cuarto o quinto.
De ahí, en mi opinión, que en muchos foros surjan (es lo más triste) descalificaciones personales a veces por simples comentarios sin mayor malicia para la mayoría salvo para el que los lee. Y seguro que tiene toda la razón.
Decía lo más triste, porque en muchas ocasiones este tipo de polémicas en los foros son lo más interesante que puedes leer en ellos. Es ahí cuando realmente aprendes cosas de minerales y todo lo que los rodea. El resto del hilo o hilos suele ser una retahíla de fotos de amigos dándose un abrazo con la txupicamiseta, montones de "me ha gustado, gracias por las fotos, y más paja anodina", y algún que otro esforzado caballero que nos da su visión particular del tema que dentro de sus limitaciones suele ser más o menos útil para el resto.
En mi opinión, estamos en un extremo muy peligroso en el que algunos foros/hilos de minerales son lugares aburridos donde se escribe por escribir y se ilustra muy poco de minerales. Esto hace que los que realmente pueden aportar tarde o temprano en un terreno tan árido y aburrido se encuentren con una "divertida confrontación" y decidan marcharse desertizándose todo más y más.
A veces resulta un poco estúpido escribir en un foto que me ha gustado tal o cual pieza sin nada más que lo acompañe. Esto también lo hago yo y reconozco que es ridículo.
¿Soluciones para amenizar y hacer más serios estos espacios?
Difícil problema para los responsables y administradores que les queda como ejercicio. Como siempre, yo miraría hacia USA para sacar ideas.
12 de abril de 2012
Feria del Coleccionismo en Mungia 2012
Los días 14 y 15 de abril se celebra en Mungia la 10ª Feria del Coleccionismo organizada por la asociación Bitxikiak.
Aunque no es lo habitual, siempre hay al menos un par de puestos de venta/intercambio de minerales.
La filosofía de este evento sobre todo es promover el coleccionismo de cualquier cosa que se pueda coleccionar entre los más pequeños.
Suelen ser muy interesantes y recomendables las exposiciones paralelas, y en los propios puestos, de colecciones particulares: Lego, muñecas, gomas, planchas, el año pasado lámparas mineras, etc.
Aunque no es lo habitual, siempre hay al menos un par de puestos de venta/intercambio de minerales.
La filosofía de este evento sobre todo es promover el coleccionismo de cualquier cosa que se pueda coleccionar entre los más pequeños.
Suelen ser muy interesantes y recomendables las exposiciones paralelas, y en los propios puestos, de colecciones particulares: Lego, muñecas, gomas, planchas, el año pasado lámparas mineras, etc.
4 de abril de 2012
La Ciencia en tiempos de crisis
Durante muchos años antes de mi actividad actual, he trabajado tanto en ciencia básica como en empresa privada y ahora que nos aplastan las vacas flacas me vienen las siguientes reflexiones.
Nadie en su sano juicio duda de la importancia de la ciencia en una sociedad moderna. Sólo hay que mirar un poco a nuestro alrededor para comprobar que los más desarrollados científicamente son los mejor preparados ante una gran crisis. Las dos grandes guerras se decantaron a favor del bando con más y mejores científicos (y mayores recursos para ellos, claro). China debe su creciente e imparable desarrollo actual a la cada vez mejor ciencia y tecnología del país. Las grandes superpotencias mundiales y corporaciones son capaces de pagar fichas como la de Messi por tener al mejor científico entre sus filas aunque no lo sepamos por los periódicos. Y así podríamos estar dando ejemplos todo el día.
Ahora bien. Estamos en crisis y los recursos son limitados. Se nos plantea un interesante problema de optimización, de máximos y mínimos, en el que tenemos que maximizar una función muy compleja y no lineal llamada Ciencia, minimizando los recursos utilizados para ello. Sin ciencia no hay desarrollo asegurado a medio y largo plazo, pero tampoco podemos financiar toda la ciencia con recursos limitados, y hay que recortar.
En mi opinión nunca en ninguna época, buena o mala, debería financiarse todo. Pero esa es otra discusión.
Ahora bien, ¿Qué recortar? ¿A quién despedir? ¿Físicos? ¿Geólogos? ¿Matemáticos? ¿Ciencia aplicada o sólo básica? Aquí está el quid de la cuestión que deben resolver los políticos y que puede levantar ampollas entre muchos colectivos.
Ante este escenario me gustaría hacer dos pequeñas reflexiones sobre aspectos de la ciencia que puede que mucha gente no conozca.
La primera es que la imagen moderna que tenemos del científico reflexivo altruista encerrado en su laboratorio dedicado a crear complejas ecuaciones es más falsa que judas. Los primeros científicos excelentes, los que crearon de verdad, los Newton, Galileo o Bernoulli, siempre buscaron el beneficio económico o personal directo de sus investigaciones. No necesitaron ni becas ni instituciones y ellos mismos se financiaron muchos de sus proyectos, pero con el ojo en un provecho directo. Y no me vale eso de que hoy los equipos necesarios para hacer ciencia son muy caros. Cavendish se gastó una fortuna personal para preparar su famoso experimento.
La segunda, es que cuando la industria empezó a percibir el potencial económico de la ciencia no dudó ni un instante en invertir en investigación básica y aplicada. Pero la industria tiene recursos limitados y horizontes temporales relativamente cortos, con lo que sus proyectos casi siempre están asociados a resultados. Y eso es lo que se hace en muchas empresas del mundo que financian proyectos buscando resultados concretos en poco tiempo.
Según lo anterior, el científico moderno tendría que ser el mayor emprendedor de todos los empresarios del mundo, ¿no? Pero parece que eso aquí no ocurre. ¿Por qué?
Nadie en su sano juicio duda de la importancia de la ciencia en una sociedad moderna. Sólo hay que mirar un poco a nuestro alrededor para comprobar que los más desarrollados científicamente son los mejor preparados ante una gran crisis. Las dos grandes guerras se decantaron a favor del bando con más y mejores científicos (y mayores recursos para ellos, claro). China debe su creciente e imparable desarrollo actual a la cada vez mejor ciencia y tecnología del país. Las grandes superpotencias mundiales y corporaciones son capaces de pagar fichas como la de Messi por tener al mejor científico entre sus filas aunque no lo sepamos por los periódicos. Y así podríamos estar dando ejemplos todo el día.
Ahora bien. Estamos en crisis y los recursos son limitados. Se nos plantea un interesante problema de optimización, de máximos y mínimos, en el que tenemos que maximizar una función muy compleja y no lineal llamada Ciencia, minimizando los recursos utilizados para ello. Sin ciencia no hay desarrollo asegurado a medio y largo plazo, pero tampoco podemos financiar toda la ciencia con recursos limitados, y hay que recortar.
En mi opinión nunca en ninguna época, buena o mala, debería financiarse todo. Pero esa es otra discusión.
Ahora bien, ¿Qué recortar? ¿A quién despedir? ¿Físicos? ¿Geólogos? ¿Matemáticos? ¿Ciencia aplicada o sólo básica? Aquí está el quid de la cuestión que deben resolver los políticos y que puede levantar ampollas entre muchos colectivos.
Ante este escenario me gustaría hacer dos pequeñas reflexiones sobre aspectos de la ciencia que puede que mucha gente no conozca.
La primera es que la imagen moderna que tenemos del científico reflexivo altruista encerrado en su laboratorio dedicado a crear complejas ecuaciones es más falsa que judas. Los primeros científicos excelentes, los que crearon de verdad, los Newton, Galileo o Bernoulli, siempre buscaron el beneficio económico o personal directo de sus investigaciones. No necesitaron ni becas ni instituciones y ellos mismos se financiaron muchos de sus proyectos, pero con el ojo en un provecho directo. Y no me vale eso de que hoy los equipos necesarios para hacer ciencia son muy caros. Cavendish se gastó una fortuna personal para preparar su famoso experimento.
La segunda, es que cuando la industria empezó a percibir el potencial económico de la ciencia no dudó ni un instante en invertir en investigación básica y aplicada. Pero la industria tiene recursos limitados y horizontes temporales relativamente cortos, con lo que sus proyectos casi siempre están asociados a resultados. Y eso es lo que se hace en muchas empresas del mundo que financian proyectos buscando resultados concretos en poco tiempo.
Según lo anterior, el científico moderno tendría que ser el mayor emprendedor de todos los empresarios del mundo, ¿no? Pero parece que eso aquí no ocurre. ¿Por qué?