Este verano está siendo muy escaso en cuanto a minerales se refiere, y es que hoy por hoy hay otras personitas que lo compensan sobradamente.
Entre otros planes, este verano iremos un par de semanas a una zona de costa del Mediterráneo. Ya sabéis: Playa, parques, piscina, purés, siestas, frutas, paseos y helados.
Y aunque parezca increíble no hay nada de nada de minerales. No he he hecho ni el menor intento por quedar con nadie para hacer una excursión, ni siquiera organizar una tarde de intercambio con piezas interesantes de mi zona (Berbes, Laredo, Bilbao). Y es que a estas edades los niños nos absorben todo el tiempo del mundo y no merece la pena intentar otra cosa.
Esto no quiere decir que ya lejos de la costa no se organicen otros planes, pero esto es otra historia para futuras entradas.
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