¿Tiene algún valor esta pieza de...?

Hace algo más de un año escupía en este blog mi opinión sobre el valor de un mineral. Sin embargo, creo que aquella entrada quedó pobre e incompleta.

Cuando veo una pieza de un yacimiento lejano que, por desgracia, nunca he visitado y con una historia que no conozco en profundidad una pregunta que yo me hago muy a menudo, y que veo muchos otros amigos también, es la siguiente: ¿Es la pieza en cuestión una buena pieza? ¿Tiene algún valor ya sea comercial, científico o ambos?

Una pregunta aparentemente sencilla pero que no tiene nada de trivial al admitir varias de interpretaciones.

Una pieza siendo preciosa, estética, sin un solo toque y flotante, ¿puede ser mediocre? En mi opinión sí.
Una pieza siendo antigua y de un yacimiento clásico, ¿puede ser mediocre? Sigo opinando que sí.

Y al revés.

Una pieza siendo fea y de un yacimiento actual, ¿puede ser una buena pieza? Pues creo que también.

Y es que para mi un atributo esencial de una pieza, además de su estética, el yacimiento patrón o su antigüedad es sobre todo sobre todo su rareza, entendiendo por rareza su posición en el árbol mineralógico relativa a todo lo que sale, salió o incluso saldrá ahí.


Esa puede ser la razón de que no me llamen la atención las fluoritas o la piritas salvo las piezas raras con alguna característica especial y poco común: Fluoritas de la Moscona a montones, pero no con cuarzo. Fluoritas de La Viesca a miles pero no con esfalerita. Piritas de Navajún a toneladas, pero no de 15 cm de arista y sin picaduras.

Otra cuestión es el material de yacimientos inexistentes o prohibidos que hacen de cualquier cosilla casi un tesoro.

Cosas así creo que definen claramente la personalidad de una colección ya que el coleccionista conoce (o al menos lo procura) la importancia de la pieza en relación al yacimiento. Y, además, es lo que permite tener decenas de cuarzos de decenas de yacimientos diferentes. ¡Si ya tienes cuarzo!, te dirán, ¿para qué otro? Pues conociendo tus pieza desde este punto de vista ya tienes la respuesta. Lo demás es un mero cúmulo multicolor de cristales perfectos.