29 de octubre de 2016

¿Yacimientos muy poco agradecidos o todo lo contrario?

Cuando se programan salidas para buscar minerales la gente suele optar por lo fácil y abundante. Lugares como Navajún/Ambasaguas donde sabes que vas a encontrar piritas y muchas sí o sí, o canteras en activo donde se da un permiso de visita y recolección son ejemplos de esto.

Sin embargo, son más reacios a visitar lugares muy trillados (casi todos) o zonas donde las muestras son muy escasas. Al hilo de esto, la historia se repite y ha demostrado década tras década (a pesar de los carcas, los académicos y los históricos) que los nuevos aficionados y/o comerciantes han dado nuevamente con piezas similares e incluso mejores que las conocidas en lugares donde supuestamente ya no salía nada.

Langre es uno de estos yacimientos ultramegateraconocido por los aficionados a los minerales donde ciertamente es complicadísimo encontrar alguna de sus famosas geodas de celestina con calcita. Muchas de las veces que lo visitamos nos tenemos que volver a casa sin celestina pero con el consuelo del magnífico entorno disfrutado y algún que otro fósil en el bolsillo. Sin embargo, cuando sacas una geoda buena todas las demás visitas inmediatamente quedan compensadas.

Hoy muestro una pieza de este mismo 2016 abierta esta misma semana.

Precioso entorno Somo-Loredo-Langre-Galizano más aún con mareas vivas
Geoda sin abrir. La mayoría no son buenas.
Premio a la perseverancia





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