Esta crisis del Coronavirus, que nos ha llevado al decreto de un estado de alarma y a una larga reclusión domiciliaria, ha servido para que muchos coleccionistas de minerales hayamos desempolvado cajas y fotografiado decenas de minerales que en condiciones normales difícilmente hubieran llegado a las redes sociales. Resultado lógico del aburrimiento y la ausencia total de salidas mineras.
Fundamentalmente Facebook se ha convertido en una magnífica vitrina virtual donde gracias a enormes coleccionistas y personas estupendas estamos disfrutando como enanos de piezas inmensas.
De manera indirecta, esto me ha servido para corregir etiquetas, y compartir recuerdos y reflexiones.
Ha sido muy bonito, pero que no se vuelva a repetir en muchos siglos :-)
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