Es una pena que museos así no tengan mayor visibilidad desde la carretera o en las oficinas de turismo. Más allá del tema geológico, éste ofrece una visión global de la isla de Menorca muy interesante que explica su forma y sus colores.
La tarde de nuestra visita estaba completamente vacío (a pesar de que la entrada es gratuita) y creo que así estuvo casi todo el día. La chica de la recepción fue muy amable al hacernos una pequeña presentación del museo y de la geología de la isla.
Lo de los colores viene a que la isla es blanca, gris, negra y roja según las rocas predominantes, y ello es muy evidente si te dedicas a visitar la calas y a recorrer el Camì de Cavalls.
La zona norte de la isla, roja, gris y negra (metamórfica, no volcánica), es la más antigua geológicamente hablando, y la zona sur, blanca sedimentaria, es más reciente. De hecho, la isla se puede entender como el choque de dos placas que la hicieron emerger del mar en el mismo proceso geológico que dio lugar a las sierras del sur de la península Ibérica.
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