La colección Sainz de Baranda: el regalo de un buen geólogo y mejor amigo

Gracias a Aitor Sopelana, sus gestiones y amistad con la gente del gemológico, he recibido este bonito regalo de las manos del cartero.

Para entender qué cuenta este libro, destacaría el inicio del prólogo escrito por Miguel Calvo Rebollar.

La probabilidad de que en España, país poco dado a la conservación de bienes culturales, se encuentre de pronto en manos particulares una colección de minerales de hace casi dos siglos, con más de 2.500 ejemplares raros y valiosos, conservada prácticamente intacta, con la documentación manuscrita asociada, etiquetas y catálogos, es casi nula. Pero afortunadamente, en este caso no ha sido nula por completo, y la colección formada por Isidro Sainz de Baranda durante su estancia en la Academia de Minas de Freiberg, en Alemania, hacia 1830, ha llegado hasta nosotros perfectamente ordenada, con toda su documentación y casi todos los ejemplares. Además, otro hecho improbable, en lugar de ser inmediatamente dispersada para rentabilizar al máximo su valor económico por el comerciante a cuyas manos llegó desde las de la familia, pudo ser adquirida completa por su actual dueño y autor de este libro, Benjamín Calvo, catedrático jubilado de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía de Madrid. También fue durante 35 años director del museo Don Felipe de Borbón, que se encuentra en ella, y cuatro años director de la propia Escuela; un entusiasta de la historia de la minería y de los minerales, que la ha conservado con el mismo interés que puso en ella su creador. 

Por fortuna, hecho también poco frecuente en este país, se puede descargar legalmente en PDF en la web del Instituto Gemológico Español.

A disfrutar.