Aunque nunca le conocí en persona hemos compartido muchos minerales y algunas experiencias. Siempre me maravilló su colección y generosidad a la hora de compartirla digitalmente con los que no podíamos verla en persona.
Ha sido un palo muy grande que no esperaba y que una vez más me recuerda que las piedras se quedan aquí, sólo las personas, sus gestos y recuerdos perduran.
Una bonita pieza cántabra, una de tantas, que conseguí con su ayuda.
Goian Bego!
No hay comentarios:
Publicar un comentario