22 de junio de 2017

¿Cómo poblar la vitrina?

No vamos a entrar en el asunto de qué entendemos por una pieza de vitrina ya que pocos asuntos se me antojan más subjetivos y polémicos, pero voy a asumir que cuando alguien pone unas fotos de sus piezas para intercambio por piezas de vitrina las suyas definen lo que entiende por "de vitrina". Vamos, que asumo que no se es un jeta que quiere cambiar un canto rodado del río de su pueblo por una piromorfita de El Horcajo del año 1920.

Aclarado lo anterior, vamos a ver posibles maneras de llenar nuestra vitrina, cosa que normalmente suele ser un proceso lento al principio y de superación al final.

i) La compra.
Sin duda la manera más polémica y cara de hacerlo. Hay muchos coleccionistas que detestan esta manera de coleccionar, aunque la mayor parte de las veces lo hacen desde el respeto y el cariño. Por desgracia, para muchos es la única manera de conseguir algunos materiales vitrinables.

ii) El intercambio.
Nadie tiene nada que objetar al noble arte del trueque, pero tiene sus problemas. En primer lugar, hay que tener algo al menos de calidad o interés similar a lo que queremos conseguir. Un buen cuarzo de Berbes de 15x7 cm completamente transparente y sin toques dudo mucho que sea intercambiable por un cuarzo lechoso (o sí). En segundo lugar, hay que encontrar a alguien dispuesto a intercambiar una pieza de colección y no una de las que sobran del lote recién adquirido.

iii) El oficio.
Existen unos pocos afortunados que trabajan en explotaciones mineras y, además, viajan mucho. Si su puesto, además, les da acceso a toda la explotación imaginad la de oportunidades que se pueden tener de conseguir piezas vitrinables que representan multitud de yacimientos.

iv) El yacimiento talismán.
Cuando uno tiene la suerte de acceder a un buen material en primicia durante mucho tiempo, puede llegar a acumular centenares de piezas vitrinables que a buen seguro serán una fuente inagotable de magníficos intercambios durante años (guardad para la "viejez"). Ya sea una obra de un AVE o viaducto, ya sea una nueva zona en una mina, ya sea un yacimiento nuevo, la ampliación de un camino o una limpieza forestal, todas son potenciales fuentes de talismanes vitrinables.

v) El mercadeo.
Alguien podría pensar que esto debería entrar en el apartado i) pero aquí creo que deberíamos distinguir aquellas situaciones en las que la compraventa de minerales pseudovitrinables es fuente de nuevas piezas vitrinables. Muchos de los puestos en mercadillos y ferias comenzaron con esa filosofía, aunque tristemente con los años algunos pierden la ilusión y se olvidan de los primeros principios.

vi) El amiguismo.
Que afortunados aquellos que tienen buenos amigos y conocidos, de esos que te regalan lotes de rosas de yeso o Villamaninitas, o calcopiritas sobre siderita. Y ya no te cuento si, además, te regalan piezas vitrinables. Haberlos haylos como las Meigas.

vii) El romanticismo.
Seguro que más de una o uno (ya sé que no es habitual) ha recibido en alguna ocasión especial un regalo romántico como una buena barita de Berbes, una estupenda fluorita de La Viesca, o un pico Estwing. Seguramente, éstas son las piezas más valiosas y que con más amor tenemos en la vitrina.

viii) Los hijos.
Aquí entrarían esas primeras piedras que recogen nuestras pequeñas criaturas y que con toda su ilusión nos entregan para la colección. ¡Cómo no las vamos a colocar en la vitrina! :-)

Con tanta fuente inagotable de vitrinables poned unos buenos refuerzos en las estanterías o se os van a hundir ;-)

4 comentarios:

  1. Buena reflexión. Lo importante es que cuando veamos nuestras piezas, sean de la calidad que sean, nos vengan a la memoria un puñado de buenas historias. Si solo vemos imperfecciones o euros, la afición se habrá convertido en obsesión y la ilusión en frustración. Un saludo y a disfrutar de los hallazgos, que por lo que hemos leído, los sueños a veces se hacen realidad. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
  2. Cuando leo tu post entran muchas dudas sobre lo escrito.
    Sin queren entrar en detalle no entiendo porque las piezas que uno pone para intercambiar tienen que definir lo que se entiende por vitrinable.
    Has puesto el ejemplo de cambiar cantos rodados por piromorfitas. Pienso que aunque lo has puesto como una exageración, eso ocurre y mucho y aun sin llegar a ese extremo el que pone piezas para cambiar generalmente las pone de valor inferior a lo que espera conseguir para su colección. "Te quitas lo que menos te gusta o lo peor de tu cole para conseguir piezas mejores". Cuantas veces en una mesa de intercambio hay quien se guarda una caja con las mejores piezas solo para sacarlas en caso ver algo interesante y así ahorrarse el tener que decir "NO" a cambios no deseables?
    Es cierto que no se puede generalizar lo que significa vitrinable porque es totalmente subjetivo a cada coleccionista pero es igual de cierto que cada coleccionista aun sabiendo lo que querria en sus vitrinas acepta ejemplares a la espera de piderlos mejorar algun dia.

    El otro punto que me ha creado duda porque ademas no lo has explicado es porque es una opción polémica el comprar ejemplares. Un 90% de mi colección es comprada. No he tenido la oportunidad de salir a picar y aunque hubiera podido llegar a un cierto nivel de calidad en la colección obliga a desenbolsar mucho o poco para conseguir determinados ejemplares. Así que aunque haya quien pueda criticar esta opción, yo creo que al final casi todos alguna vez han comprado una pieza por el deseo de poseerla.

    Saludos de DavidSG

    PD: Disfruto con tus reflexiones.

    ResponderEliminar
  3. Hola David.

    Efectivamente, habría mucho que aclarar en cada una de mis afirmaciones. De todas, formas sobre tu primera reflexión te voy a poner el ejemplo concreto que no hace mucho vi en Facebook. Se trataba de un coleccionista (uno de tantos) que ponía varias fotos de piezas suyas para intercambiar sólo por piezas de vitrina. Y ahí me entraba la duda porque si veías sus piezas todas tenían toques y cristales rotos, y estoy seguro de que si le hubiera mandado material en estado similar al suyo no le hubiera gustado nada al no considerarlo de vitrina.

    Por tanto, creo que deberíamos utilizar con mucho cuidado la palabra vitrina y aclarar lo que esperamos de los intercambios.

    He realizado muy pocos intercambios por piezas de vitrina (creo que no más de dos, con Jaume y con Aleydis) y no considero que ninguno hayamos salido perdiendo. Teníamos muy claro lo que buscábamos. Seguramente podré mejorar las piezas que me mandaron y ellos las mías, pero eran piezas más que aceptables. De hecho, creo las piezas de ellos salieron literalmente de sus vitrinas.

    En cuanto al siguiente punto, el de la compra de piezas, simplemente indicaba que era un tema polémico porque históricamente han habido muchos enfrentamientos abiertos en las redes que nunca acabaron bien. Yo no tengo nada que objetar a ello, aunque como todos, pudiendo prefiero encontrarlas yo que comprar.

    Un saludo y gracias por tus comentarios. Pena no poder hacerlos en persona con un café.

    ResponderEliminar