La mayoría de los y las coleccionistas son conscientes de que ninguna de sus piedras se irá con él o ella al otro mundo (sea cual sea), y que lo importante de las mismas es la pasión y los buenos momentos que puedan transmitir a y compartir con los demás.
La entrada de hoy es un buen ejemplo de esto. En ella muestro un regalo de un gran coleccionista (y mejor persona) de Madrid que, como haría cualquiera, pide consejo o ayuda a sus colegas de afición y recibiéndola sabe agradecerlo.
Aragonito reconstruido, Minglanilla, Cuenca |
Muchas gracias.
Las piedras ,son eso ,piedras.
ResponderEliminarSiempre te agradecere tu inestimable ayuda en ese momento de mi vida.
Un fuerte abrazo Agustín
Un placer.
ResponderEliminarDoy fé de ello, si importante son sus piedras más importante es su persona, bien agradecida y buena gente.
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