Aunque ya no colecciono minerales extranjeros, esta bonita pieza la guardo con gran cariño en mi reducida colección de ese tipo de piezas.
Fue un regalo que me hicieron hace unos 15 años y la persona que me lo hizo la adquirió en una conocida tienda de minerales de Zaragoza que se anunciaba en la tristemente desaparecida revista Bocamina.
Durante mucho tiempo fue uno de los mejores minerales que tuve. Y lo que aún más me fascina del mismo es la calidad de la malaquita cristalizada.
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