12 de febrero de 2016

No existen piezas buenas ni buenas piezas, tan sólo piezas bien presentadas

Esto de las nuevas tecnologías (que ya no lo son tanto) sin duda ha supuesto un antes y un después. Con ellas hemos ganado mucho los que coleccionamos minerales, aunque para mi el summum es que sin salir de casa ahora es posible ver las colecciones y piezas de muchos amigos, conocidos, particulares e instituciones.

Tantos años viendo fotos de minerales y con la experiencia acumulada te empiezas a dar cuenta de algunas realidades. Por ejemplo, que hay grandes colecciones con piezas preciosas que por el modo de mostrarse no lucen nada y, lo peor, se ven realmente feas.

Algunos de los aspectos negativos que en mi opinión (si no les gusta no tengo otra ;-) afean la presentación de una colección de minerales son:
- Unas baldas sucias con restos de minerales y/o polvo sobre unos cristales transparentes y luminosos llaman muy negativamente la atención.
- Un excesivo apelotonamiento de las piezas, se tapan unas a otras y no permiten que entre la luz.
- Ausencia total de etiquetas, números o cualquier otra referencia que identifique las piezas. Hasta las vacas y ovejas en el monte tienen su numerito, algunas incluso van con su nombre.
- La falta de soportes (madera, metacrilato, cristal, me da igual), no siendo algo excesivamente negativo, también da una mala imagen. Ala, todo sobre la superficie lisa caiga como caiga.
- La presencia en una misma balda de piezas grandes y pequeñas, machacadas y perfectas, rizando el rizo incluso diría oscuras y multicolor, también proyecta una realidad más triste.
- Una mala iluminación de las vitrinas influye muy negativamente, sobre todo aquellas en las que las piezas del fondo prácticamente están a oscuras.

Como en todo hay excepciones y, a veces, la falta de etiquetas se ve compensada por una magnífica presentación. O la falta de iluminación por una perfecta separación y organización de las piezas. Cada colección y vitrina es un mundo, pero se ve a la legua cuando algo se ha hecho con buen gusto y cierto criterio o simplemente se ha creado una mera poliheterocondensación apelotonada de piedras.

No es una tarea sencilla y mucho hablo pero a ver cómo lo hago yo el día que me ponga. Afortuandamente, en general la mayoría de la gente lo hace con mucho gusto.

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