El límite entre Cantabria y Vizcaya fue un hervidero de minas de hierro que ahora están en un lamentable estado de abandono y olvido. Pueblos como Muskiz, Pobeña, El Haya, Kobarón, Ontón, Mioño, Baltezana, Otañes, Setares, etc, están forjados en un pasado de acero ya muy lejano en el tiempo y tapado por una exquisita oferta gastronómica y turística.
En muchos puntos de la costa son visibles cargaderos de mineral en el recorrido de las modernas vías verdes que siguen el antiguo trazado de los ferrocarriles mineros. Aún hoy todavía es posible encontrar restos de la minería del hierro a lo largo de la línea de los acantilados, de ellos se nutre el Museo de la Miner
ía del País Vasco en Gallarta, por ejemplo, con la labor desinteresada de los mineros jubilados que trabajan en él.En El Hoyo de Kobarón y alrededores es muy abundante la ankerita, algunas veces de muy buena calidad, color, brillo y cubierta de calcopirita como la pieza de la foto. Sin gran dificultad se pueden encontrar restos similares en las escombreras que hay a lo largo de la vía verde que va entre Ontón y Pobeña junto con siderita y goethita.
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