Cantabria es reconocida entre los coleccionistas de minerales a nivel mundial por la cantidad y sobre todo por la calidad de sus especies minerales. Cualquiera de éstos que se precie conoce las famosas marcasitas de Reocín, las calcitas de La Florida, la blenda de Áliva, las celestinas de Langre, la hemimorfita de Udías y un largo etcétera.
Aquí me gustaría hacer hincapié en las celestinas de Cantabria.
Las más reconocidas probablemente sean las que he mencionado arriba: Las celestinas de Langre. Aparecen rellenando fósiles que pueden llegar a tener el tamaño de un balón de fútbol y forman cristales espectaculares, transparentes y a veces muy pero que muy azules. Para más detalles os remito a los blogs MTI Blog y El Mineral Digital.
Otras celestinas igual no tan reconocidas son las de Laredo. Aquí los cristales pueden llegar a ser mucho más grandes (12 cm o más) que en Langre, pero por desgracia tienen menos calidad. En la foto podéis ver una de las celestinas de Laredo: Un cristal bastante bueno de 2.5 cm sobre calcita amarilla.
Seguramente Langre y Laredo no son los únicos sitios de Cantabria donde aparece celestina, pero además de éstos yo sólo he visto piezas de Castro Urdiales y Cuchía.
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