Fantástica noticia la que leo en El Diario de León (hablando de mi querida comarca del Bierzo) en la que encontramos un magnífico ejemplo de apoyo y difusión del conocimiento de los minerales entre los más pequeños.
Es una pena que ese apoyo se quede enquistado en la enseñanza obligatoria y no tenga una continuidad, por ejemplo, en una regulación que haga mucho más justa y legal la recogida de minerales para todos y no sólo para unos pocos (a través del amiguismo) como ocurre ahora.
Alguien debería explicarles a los chavales antes de meterles en esto de los minerales que en un futuro no muy lejano su afición podría convertirles en furtivos, expoliadores, allanadores, sobornadores, etc.
Y sin embargo se mueve (Galieo).
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