Hay que reconocerlo: Los buscadores de minerales somos raros de atar. Y es que mirado desde la lejanía, el que un grupo de personas se ponga a dar porrazos contra suelo con picos y porras para recoger cuatro cascotes no parece muy normal. Eso sin hablar del "buen ambiente y caramadería" que de vez en cuando reina en el mundillo, aunque cierto es que los maleducados y caraduras no son exclusivos de ningún gremio.
La Esfera de las Ideas en Mi experiencia con los minerales narra de una manera muy divertida cómo compartió una mujer con muy poco interés en los minerales un día de piedros con su marido y un recién encontrado del mundillo.
Merece la pena leerlo y ver la cantidad de cosas que nos pueden resultar familiares.
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