29 de junio de 2020

Minerales y Artesanía

Hace tiempo que no publico una entrada de reflexión, así que para no perder las malas costumbres aquí va una.

A todos nos gustan las piezas flotantes, con brillo y limpias. Sin duda. Pero lo normal es que sean todo lo contrario. Sin embargo, normalmente en las ferias de minerales los minerales lucen y relucen como luceros. ¿Cómo es posible?

Pues eso es posible porque hay gente, coleccionistas y comerciantes, auténticos artesanos, que emplean todo tipo de recursos para dar un aspecto más que aceptable a los minerales.

Un troncho de calcita, cuarzo, calcedonia o los tres son tratados inicialmente con medios mecánicos para reducir la matriz y quedarse con la parte más estética de la pieza. Prensas, tornillos, pequeñas palancas, etc., son trucos aprendidos a prueba y error, y muy dependientes de la experiencia y del material a trabajar. Luego vienen las limpiezas sencillas con agua y jabón, con o sin presión, para quitar el polvo, arcilla, barro y musgo.

Normalmente todo termina aquí, pero a veces tiene que entrar en juego la Alquimia. El uso de sales, ácidos, bases y sobre todo mucha experiencia y ojo de buen cubero son capaces de convertir auténticos tronchos en piezas de vitrina.

Así que la próxima vez que contempléis una pieza pensad en todo el trabajo que tiene detrás: Localizarla, extraerla, transportarla, reducirla, limpiarla, etiquetarla y exponerla.

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