Imagen de la cúpula en su inauguración |
Y es de este observatorio de lo que me gustaría hablar hoy ya que esta tarde he tenido la suerte de disfrutar de una magnífica visita relámpago de la mano de Ricardo, uno de los constructores del invento.
Comparado con otros observatorios, éste no deja de ser una pequeña cúpula con un par de telescopios de mediano tamaño en una zona muy contaminada de luz y de color. Pero, como han demostrado en muchas ocasiones los aficionados a la astronomía, Ricardo y su grupo ven que dando ingenio y mucho trabajo se les puede sacar chispas a los equipos.
A día de hoy los datos que les permiten publicar en Nature y Science salen de telescopios extranjeros como Hubble y sondas como Cassini, y en este pequeño observatorio bilbaíno sólo se producen imágenes (algunas espectaculares) de interés puramente académico.
Sin embargo, actualmente están logrando con el invento extraer información de interés para la investigación de primera línea, ¿cómo?, a base de procesar gran cantidad de imágenes y exprimir mucho el seso.
Así que desde aquí les doy mi enhorabuena y un birrete porque son un ejemplo de que con poco dinero (muy escaso en estos tiempos) y pocos recursos es posible hacer Ciencia con mayúsculas.
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