El fin de semana pasado estuve en Ezcaray con mi familia. Ya he hablado en varias ocasiones de este maravilloso pueblo así que no aburriré de nuevo. En esta ocasión hablaré de un fenómeno óptico atmosférico que me mostró mi profesor de Óptica en la Universidad y que he logrado ver muy pocas veces.
Como decía estuve en Ezcaray, y como me encanta la naturaleza, me levanté a las 7 de la mañana para ir al monte (cuando era más joven lo hacía a las 5, pero ya madrugo bastante entre semana). La subida por el pinar hasta Sagastia fue entre niebla, pero al llegar arriba me encontré con una bonita estampa: La de un manto de nubes cubriendo todo el Vale del Oja, y un día espléndido en camino.
Lo más interesante de la excursión, además de las setas y los corzos, fue tener el privilegio de observar un fenómeno óptico bastante raro llamado Gloria, Luz de Buda en China o Anthellon.
La Gloria, a grosso modo, consiste en un halo de colores (los del arcoiris) que rodea un punto antisolar. Para que se dé con más evidencia tenemos que pasar por una zona de sol y niebla, y cuando menores sean las gotas de la niebla mayor será la Gloria. Por otro lado, resulta curioso el hecho de que cada observador sólo vea la suya.
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