Hoy por la mañana ha comenzado un nuevo Fosminer de la mejor manera posible: Creando ilusión y vocación entre los más jóvenes y otros no tan jóvenes.
Un poco más tarde, cuando nos lo han permitido las obligaciones laborales y familiares, hemos llegado otros. Y mañana y pasado seguro que lo harán muchos muchos otros más.
Las prisas y el ajetreo no me han permitido centrarme en la fotografía del evento, cosa que dejo para mañana, así que sólo relataré las impresiones generales de la tarde y alguna que otra anécdota.
Empezaré por lo que menos me interesa: El material extranjero.
Como todos los años, hay mucho puesto de Marruecos, China y la India con mucho material, variado aunque de muy baja calidad y excesivamente caro para lo que sabemos que proporcionan aquellos países y se ve en otras ferias más importantes. El resto de las piezas de otros países extranjeros (USA, Perú, Bulgaria, Rumanía, Madagascar, etc.), representadas en algunos puestos nacionales y europeos, como siempre muy buenas aunque también muy caras.
Ahora lo que me interesa: El material nacional y sobre todo el más cercano.
Lo único un poco novedoso y de cierta calidad son las ya famosas fluoritas asturianas de la geoda de Las Monjas. Como conocemos grosso modo lo que se ha vendido por ahí, diría que aquí han llegado los restos igual de caros, aunque también es cierto que algunas piezas de las que he visto tienen un precio hasta cierto punto razonable.
También tenemos aquí al gallego de Falperra Street. A pesar de todo lo que juró, perjuró y renegó del oficio, y aunque no vino el año pasado por resultarle esta feria deficitaria, este año otra vez le tenemos en Fosminer. Trae un montón de esmeraldas enormes de A Franqueira con precios desorbitados nada parejos a su calidad. Ni brillo ni transparencia ni color. Vamos, ni una sola razón para justificar una compra de lujo. Por esa misma cantidad de euros hay verdaderas esmeraldas de Colombia que lo tienen todo salvo que igual son más menudas. Un año más me decepciona este material aquí y se irá sin que tenga mi pieza. Y lástima de los 20 EUR que me gasté en una ocasión, pena de pulpada con ellos.
De lo demás, pues no sé si es que ya tengo mucho de lo que me interesa y no es fácil mejorarlo, o simplemente que cada año está más difícil y peor la cosa (como dicen los comerciantes). Muy poca variedad y calidad peor que el año pasado. Aún así destacaría el material de Eugi, Zerain, Alkiza, Mutiloa, Bera, etc., que traen Julio y compañía, algunas piezas salidas de colecciones son alucinantes: Fluellita, Metavariscita, malaquita pseudomórfica de calcopirita, galena, fluorita, barita, aragonito, etc. También Antonio de Madrid ha traído unas obsidianas muy interesantes de Carboneras y cinabrios de Almadén de los que ya no se ven. Y para de contar. Lo demás es lo que les queda de lo de siempre, y lo que no casi mejor ni mentar.
Finalmente, yo me he hecho con un par de piritas muy buenas de Navajún, un par de cuarzos ventana de los gordos con fluorita y gota de la mina Emilio (no era material de la feria), y un par de piezas de la geoda de Las Monjas. En este último caso he primado la calidad de la pieza al tamaño. Y es que eso de que los cubos estén recrecidos y flotantes donde se disolvió la calcita es muy rimbombante, pero prefiero que estén enteros y bien perfilados. De todos iré poniendo fotos a medida que tenga tiempo.
Hubiera cogido algo de Eugi si no fuera porque ya tengo apalabrado un intercambio en Urretxu de este material y otro aún más raro de Bilbao.
¡Leches!, que se me olvidaba lo más importante: La gente que he visto allí, amigos y conocidos con los que he compartido anécdotas e impresiones. Santi de Sestao, que tiene una colección impresionante de fósiles vizcaínos (algunos calentitos) como demuestra su móvil repleto de vídeos y fotos. Pablo, Markel, Álvaro, Rafa, Nando, y un largo etcétera. Si no fuera por ellos no sé si hubiera merecido la pena acercarse al recinto ferial.
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