Parece increíble que alguien ceda de manera desinteresada años de trabajo y dinero en un pequeño pueblo de interior. Y aún más increíble que eso ocurra en España.
Pues Indalecio Bocanegra, un empresario burgalés aficionado a la radiocomunicación, lo ha hecho realidad en Belorado en pleno Camino de Santiago.
Recomiendo la visita por varias razones entre las que destaco:
i) La amabilidad y profundo conocimiento de sus guías.
ii) La originalidad del edificio del museo: Un antiguo Silo de grano que conserva la maquinaria original.
iii) La colección de equipos de radiocomunicación, única en Europa, que se expone dentro del contexto histórico donde se emplearon.
Si queréis saber más tendréis que visitarlo. Y, además, bien cerca tenéis las minas de manganeso de Puras de Villafranca, Atapuerca, Artlanza, Sad Hill, un parque del Neolítico y otro del Paleolítico, los dinosaurios de Salas de los Infantes, la mina Esperanza y, por supuesto, Burgos capital.
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