¿Hay piezas de colección en las ferias pequeñas?

Existe la creencia popular de que si se busca buen material y/o novedades, no merece la pena visitar las ferias de minerales "de pueblo" o similares. Sin embargo, todo lo contrario, para mi son las más interesantes como ha demostrado la de Amurrio este fin de semana pasado.

Amurrio, siendo una feria enana, congrega muy buenos amigos y conocidos principalmente del País Vasco. Quizá sea éste el primer momento del año de encuentro de muchos aficionados de la zona que aprovechamos para relatar algunas anécdotas del invierno (no sólo de piedras) y describir nuestros planes de primavera/verano. Magnífico ambiente y acogida por parte de todos, y a diferencia de otros entornos, sólo oí hablar de piedras y en ningún momento mal de otros aficionados (como tiene que ser).

Es cierto que hubo pocos expositores, pero a pesar de ello se vieron cosas interesantes a muy buen precio. En particular, una calcita de Reocín tamaño palma de la mano con un cristal de unos 5 cm por 4 EUR. Cierto que a la pieza le faltaba un cristal casi completo, pero ¡qué quieres por 4 EUR! También había calcitas de hasta 10 cm sin matriz de Áliva color grisaceo por 2 EUR. Y cuarzos de Karranza sobre dolomita por 2 EUR, no eran gran cosa pero sí muy aceptable por ese precio. Y dolomita de Puebla de Lillo, calcita de Camargo, materia orgánica de Errigoiti, calcita de Castro Urdiales, etc., piezas muy majas por un par de euros.

Sin embargo, destacaría principalmente tres piezas (una de las cuales me la quedé yo) que llevó un gran coleccionista de Donoti. Según él, las tenía a ese precio porque no quería volverse a casa con ellas.

Una barita enorme de vitrina de al menos 20x20 cm, demasiado grande para mi, de Mutiloa con cristales espectaculares por sólo 30 EUR. Una blenda con pirita y dolomita del mismo pelo y procedencia que la anterior por 80 EUR. Y una blenda con galena y dolomita de Áliva de 12x8 cm (la de las fotos de esta entrada) que me costó sólo 40 EUR. Increíble pero cierto. No dudé ni un minuto en adquirirla y alguno cuando la vio no daba crédito a sus ojos.

Lo mejor de todo es que se corrió la voz en la feria y me localizaron precisamente los que las sacaron y se las vendieron a este comerciante hace ya muchos años. Me dijeron que eran del cuarto nivel, que salía muchísimo material de este tipo y que la manera de sacarlo era con barras haciendo palanca en los bloques sueltos por las voladuras del mismo suelo. Y también me hablaron de las geodas enormes llenas de calcita diente de perro, cristales enormes, y otras muchas anécdotas. En fin, una maravilla que ha pasado a las historia. Una pena.

Amurrio un año más feria de oportunidades que no dejaré de visitar.