Por desgracia, la época dorada de la minería en este pueblo (como en tantos otros similares) se remonta a siglos en los que la preservación de los recuerdos y el patrimonio no estaban de moda. Las generaciones posteriores, que bastante tuvieron con sobrellevar las guerras, crisis, revoluciones y, al mismo tiempo ganarse las habichuelas, nunca lo consideraron parte esencial de su historia y permitieron que se perdieran casi por completo.
Aún así siempre quedan pequeñas reliquias mineras que cuando aparecen en libros o programas de fiestas acojo con gran placer. Este es el caso de la entrada de hoy: Una triste historia relatada por Iñigo Jauregui en el programa de fiestas de San Lorenzo 2015.
La fortuna de los mineros nunca ha sido buena pero en ocasiones ha sido dramática para familias y pueblos enteros.
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