14 de octubre de 2011

Fosminer 2011: La feria de los restos

Un año más he visitado mi feria favorita, y aunque los últimos años es costumbre no esperar nada nuevo o sorprendente de ella, éste se han superado todas las expectativas en este sentido negativo, claro.

Para empezar, a vista de pájaro encontramos un espacio inmenso que aparenta estar casi vacío, al menos más que otros años. Era de esperar por la coincidencia con otras ferias más "rentables" y los 100 EUR por metro, pero aún quedaba la esperanza del detalle.

Y en el detalle se perdió la esperanza.

Mis expectativas estaban puestas en el material extranjero (China, India, Marruecos), de hecho tenía idea de comprar un buen cristal de azurita, pero en ellos todo era material de muy baja calidad y eso cuando lo había, porque en general todo eran montañas de bisutería a precios de saldo. ¡Qué triste!

El material nacional sabía que no me iba a sorprender, y tal y como suponía la gran mayoría de las piezas repetían feria una vez más, no sé si por malas o por demasiado buenas "estudiantas".

Piromorfitas a precios absurdos (más ahora en crisis)... e

infinitamente peores que sus vecinas chinas tres veces más baratas.

Más restos de las archicofrades fluoritas asturianas que de tanto viajar ya estaban con náuseas y azules. Eso sí, el precio impasible y constante pese a la que está cayendo.


Unas bonitas vanadinitas marroquíes traídas de Saint Marie, cristales enormes aunque algo oscuros.




Como una de las novedades más destacables, unas piezas interesantes de azurita de Bilbao en el puesto de Paco. Ya sabemos que los cristales son milimétricos, pero las piezas tienen tamaños importantes. También buenas piritas de Navajún (las de arriba) una con cubo tremendo.


El material de Eugi y la mina Troya también destacaba en los mismos puestos del año pasado, pero nuevamente parecía que sólo quedaran los restos y a unos precios si cabe más desproporcionados.



Una bonita calcita de Bilbao (mina Julia) que acompañaba a otra más pequeña, ambas demasiado grandes para mi colección y con un precio desproporcionado para las calcitas que eran. Ese material sólo podría ser pagado por un coleccionista de la zona, y por eso el comerciante la exhibía aquí ya que en otro lugar se le hubieran reído a la cara.

En el mismo puesto había más material español (me viene a la mente un tremendo cristal de casiterita de cáceres) con precios de infarto.

Como siempre, un año más el puesto de Rafa reventando los precios: Unas bonitas variscitas de Zamora a 4 euros la pieza. Algún listillo madrugador se había llevado por la mañana las mejores. Rafa me contaba que las había rescatado entre las que dejó para la basura hace cuatro años cuando aún las tenía muy buenas y al mismo precio.

Junto al puesto de Rafa estaba el del único que vendía con intención de intercambiar (al menos explícitamente). Lo cierto es que no tenía un material de muy alta calidad, pero los precios justificaban hacerse con alguna pieza: A destacar las fantásticas calcitas del Txindoki con fantasmas, material de Eugi y de Las Carreras.

Y para mi lo más interesante con mucha diferencia de la feria la colección del Colegio Urdaneta con algunas de las mejores (por no decir las mejores) piezas que he visto de Vizcaya en su especie. ¡Lástima que las fotos no hagan justicia!

El cuarzo de Somorrostro (seguramente de la zona de Las Carreras) espectacular.






Esta geoda de Enekuri está repleta de cuarzos amatista y mide más de un metro. Lo digo porque no se aprecia nada en la foto.

Y esta datolitas de Errigoiti valen su peso en oro, qué pena que salgan tan mal a través de la vitrina de cristal.

Y esto ha dado de sí la rápida vuelta de reconocimiento del viernes que puede que no repita ni el sábado ni el domingo, cosa triste porque hace años que repito.

Por más que lo he intentado, este año la clausuro sin pieza.

Recomendable echar un vistazo a otras visiones de la misma.

2 comentarios:

Javier Estraviz dijo...

Muy buen análisis, Agus. Yo como soy totalmente neófito en este tema, me di la vuelta y algunas de las piezas me parecieron "interesantes", aunque ya me parecía a mí que tanta bisutería y tanto diente de tiburón de por medio debían ser síntoma de feria de segunda fila...

Como comentas que todos los años no ha sido así, confío en que el año que viene la cosa mejorará bastante.

Un saludo!

Mmarte dijo...

Lo cierto es que para los críos que se inician, o quieren aprender un poco más del medio que nos rodea, tiene un nivel más que suficiente.

Para la que, como mi madre, busca unos bonitos colgantes de ojo de tigre, Fosminer representa una muy buena oportunidad para encontrarlos.

Sin embargo, para el que conoce un poco más el mundillo, deja mucho que desear y cada año va a peor en lugar de a mejor. Y lo más triste es que la "Feria de Bilbao" fue la primera y durante años la de mayor calidad a nivel nacional.

Un pasado minero que cada día está más lejos y olvidado.