5 de octubre de 2017

El que la sigue la consigue

Somos muchos los pequeños coleccionistas de minerales que por nuestra edad, pequeño poder adquisitivo, tiempo de dedicación limitado, escasez de contactos, etc., no podemos disfrutar en nuestras colecciones de piezas grandes (voluminosas), grandes piezas (de colección) ni, por supuesto, grandes piezas grandes (voluminosas y de colección).

Sin embargo, a veces, rara vez, los astros se alinean y como le ocurrió al burro de la fábula, la flauta suena por casualidad.

Hace unos meses un buen compañero de afición me relataba de forma casi épica cómo había conseguido una gran pieza grande de esfalerita de Áliva (Cantabria) por un precio de risa comparado con los miles de euros que le hubiera costado por las vías comerciales oficiales. Fue una cuestión de estar en el lugar y el momento adecuados. Además de la esfalerita, creo recordar que consiguió alguna pieza más (una gran dioptasa grande, etc.) todas extremadamente estéticas.

Pues bien, por fin Venus, Marte, Júpiter y Saturno se han alineado para mí y he podido conseguir dos grandes piezas gigantes y una gran pieza tras haber contactado por mera casualidad con la persona adecuada en el lugar remoto adecuado.

Tres piezas clásicas, en muy buen estado, de minas clausuradas, limpias pero tal cual salieron del lugar donde crecieron.

Lo más curioso del asunto es que se vendían como meros artículos de decoración ya que por su excesivo peso y tamaño (las dos gigantes de 21 kg y 7 kg, respectivamente) no las quería ningún centro educativo ni particular, no así otros elementos de la colección más adecuados para la docencia e investigación.

Afortunadamente, y contra mi propio pronóstico, han superado con nota el viaje de más de 2.000 km que han disfrutado en Correos.

En próximas entradas pondré fotografías y documentaré con más calma la historia de las piezas.

Adelantaré que una de ellas aparece en la lista de minerales que quiero para mi colección que hice hace casi 5 años. Y también que, aunque yo no soy de piezas gigantes, a veces la ocasión me obliga a hacer excepciones ;-)

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