28 de octubre de 2023

El nuevo relevo generacional de los minerales nacionales y cualquiera tiempo pasado no fue mejor

Llevo tiempo sin escribir una entrada de opinión y creo que en los últimos cinco años han o están ocurriendo demasiadas cosas como para no hacer una.

Para empezar, es más que evidente que han ido desapareciendo tristemente muchos grandes comerciantes y coleccionistas de minerales y fósiles por una simple cuestión de "Ley de vida". Muchos de esos coleccionistas invertían importantes cantidades de tiempo, recursos y dinero en su afición, pero parece que las nuevas generaciones no acaban de cubrir ese hueco. Que la actividad minera nacional se está reduciendo a la mínima expresión no ayuda en este sentido, y que no dejamos de enlazar una crisis económica y poblacional tras otra tampoco.

Por otro lado, llevamos ya algunos años asistiendo a la desaparición de ferias de minerales decanas que no sólo atraían a muchos de los coleccionistas anteriores, sino que también creaban nuevos aficionados con relativa facilidad. Por si esto fuera poco, algunos de los más importantes comerciantes de ámbito local e internacional se han jubilado o están en proceso de hacerlo, y en muchos casos no se cubre convenientemente el enorme hueco que dejan. Bien es cierto que están proliferando muchísimo las mesas de intercambio y ferias de minerales locales, pero en mi opinión están muy lejos de suplir lo anterior y para muchos aficionados son magníficas oportunidades de encuentro y reunión social, pero nada más. Hablo por boca de muchos cuando me expresan su decepción tras la asistencia a las susodichas mesas: El material que se ve es más de lo mismo, cuando se llevan piezas aceptables ningún asistente está dispuesto a pagar ni la mitad del precio que se ve en otros mercados, los intercambios por ellas son más que decepcionantes, el mineral más que un artículo único, escogido, mimado y cuidado se convierte en un lote de muchos gurruños que son ideales para regalar o aficionar pero que no tienen ningún sentido para los coleccionistas que, por cierto, son casi mayoritariamente son los únicos que asisten a muchas de dichas mesas.

Por otro lado, las crisis y guerras actuales están creando un coleccionismo de extremos lo mismo que ocurre en una economía en recesión donde la riqueza está muy polarizada. No creo que sea culpa de los nuevos canales de venta o las susodichas "nuevas mesas de minerales", ni siquiera de la falta de nuevos coleccionistas. El mercado de las "piezas top" no deja de existir e incluso ampliarse, el resto cada vez están más depreciadas. Y, sé que soy muy extremista, pero para malvender/malcambiar está la opción de dejarla en casa o tirarla a la basura. Son muchos sudores, tiempos y dineros los que a un aficionado le cuesta rescatar una pieza media, y ni remotamente es comparable a los lotes que se venden por cuatro pesetas (soy de la vieja guardia) obtenidos en el proceso de una actividad industrial. 

De todo, lo peor, en mi opinión, es que a las nuevas generaciones les llega el gusanillo de esta afición de manera muy mermada. En los primeros cursos de infantil o primaria algunos ven con pasión el mundo de las rocas, pero después deja de existir ya que en su entorno no hay una feria con cierta continuidad, mucho menos una mina, y el currículum educativo los hace desaparecer de los libros con mucha prontitud.

Vale.

27 de octubre de 2023

Minas visitables en Bilbao: ¿será la definitiva?

Una vez más nuestros amigos de El Correo ponen en valor las minas de Bilbao dado que la clase política local quiere relanzar algunos de los viejos proyectos para hacerlas visitables.

Se dan un año, la Malaespera es una buena opción, la seguridad ante todo, hay tierras contaminadas, esperemos que no haya agua de borrajas.