Este año bisiesto y numéricamente redondo prometía buenos minerales. Había terminado el anterior con piezas la mar de interesantes y enero del 2020, a pesar de un buen susto en la mina, me hacía presagiar buenas geodas.
Sin embargo, la pandemia de la Covid-19 irrumpió con fuerza cancelando prácticamente todas las ferias de minerales presenciales y, lo peor, viendo cómo familiares, buenos amigos y conocidos de las piedras nos iban dejando poco a poco.
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Calcopirita sobre siderita, Abanto-Zierbena, Vizcaya |
A pesar de los pesares, hemos tenido algunas alegrías:
- Hemos disfrutado de las primeras ferias online, que con las dificultades de no poder ver las piezas en persona han demostrado ser una herramienta aceptable.
- Hemos encontrado nuevas zonas en diversas minas para entretenernos en los años venideros.
- Hemos localizado y analizado nuevas especies que ya forman parte de nuestra colección.
- Por supuesto, hemos recibido de los amigos (Aitor Sopelana entre ellos) piezas muy interesantes que ya están descansando en la colección.
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Calcita, Asturias |
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Calcita sobre sepiolita, Madrid |
- También ha sido un año notable en cuanto a los intercambios que he realizado completando con piezas muy buenas los huecos que tenía en Granada (cuarzo, siderita) y La Unión (calcitas).
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Magnífica siderita de Sierra Nevada, Granada |
- He podido conseguir piritas muy muy buenas de Ambasaguas que espero que con los años no acaben descomponiéndose y deteriorando otros minerales.
- Tras el confinamiento de marzo pude volver a mi querido Ezcaray para recolectar nuevos cuarzos, algunos con inclusiones sólidas, y entrar en minas de alta montaña conocidas pero donde nunca me había aventurado.
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Cuarzo, San Lorenzo-Cuculla, Ezcaray, La Rioja |
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Inclusión de calcopirita en cuarzo, Ezcaray, La Rioja |
- Y, finalmente, a través de diversos grupos de Facebook, he podido conseguir una extensa lista de piezas interesantes que llevaba tiempo esperando: Yesos negros de La Rioja, Cuarzos diversos de Galicia, celestinas de Alicante, etc.
Así que mirándolo de manera global casi parece un año magnífico mineralógicamente hablando. Sin embargo, la pérdida de amigos, la falta de ferias y compañeros de salidas, lo convierten en uno nefasto.
¡Ojalá termine pronto esta pesadilla y podamos volver a vernos con los picos en ristre!
¡Urte Berri On, Feliz 2021!