Recientemente hemos realizado un magnífico viaje por tierras gallegas. Una vez más no me han defraudado ni los lugares ni las gentes, por no hablar de la comida y la bebida. Las mariscadas, empanadas, dulces, el pan y el vino lo mejor con diferencia, y muchos de éstos más auténticos en interior que en la costa. ¡Mi querida Orense!
Aprovechando mi paso por Vigo y volviendo de las Islas Cíes, nos acercamos a Minerais Shop, una tienda de minerales en la calle Falperra a punto de desaparecer y con muchas piezas de minerales gallegos (la mayoría de poca estética, aunque no por ello desechables).
Nunca me han llamado demasiado la atención las esmeraldas de A Franqueria, y ya en tres ocasiones en la feria de Bilbao me había negado a la compra de una pieza de éstas, y no por el precio más porque no me decían nada. En mi supina ignorancia pensaba que podría ser ésta la oportunidad definitiva de conseguir una aceptable muy cerca del mismo nacedero. No lo fue aunque sí que me hice con ella, más por dignidad coleccionadora que por gusto. De lo demás, espinelas... micros, muy bajo, ni comentar.
Por cierto, nunca una persona me había transmitido tanto pesimismo, negatividad, ¿asco? hacia el mundillo de los minerales como lo hizo el dueño de esta tienda. Se veía que estaba quemado por situaciones y personas que yo ni conocía ni me apetecía lo más mínimo conocer (las situaciones, no las personas claro).
Colección Borja Sainz de Baranda
Hace 12 horas
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo contigo, y añadiría la asquerosa presencia de algún impresentable que vive por allí.
No conozco a mucha gente por allí, aunque los que conozco son personas magníficas seguramente porque no tienen nada que ver con piedras.
En todos los sitios hay personas maravillosas y desgraciados. Estos últimos no merecen ni un minuto de mi tiempo y deberías demostrarles tu mayor desprecio con el no aprecio. Haz como si no existieran, sin más.
Un saludo.
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