Cuando estaba a punto de terminar la carrera, antes y después, corrían malos tiempos para los que queríamos dedicar nuestro tiempo al estudio y el aprendizaje. También había crisis.
La tira cómica fin de carrera de mi ante-promoción resumía perfectamente el momento profesional de un recién licenciado en Ciencias.
No cojas Físicas, o Matemáticas, o Geología ya que no tienen salida, nos decían. Aún así con mucho esfuerzo, sacrificio y años como becarios sin derecho a paro hemos salido adelante y estamos desarrollando actividades profesionales de lo más variadas.
Mientras, en aquellos buenos tiempos para otras cosas, muchos de nuestros quintos se estaban forrando como albañiles, soldadores, instaladores de telefonía, negociantes y un sin fin de profesiones que daban mucho con muy poco tiempo de formación (por no hablar de lo blando y negro de los ingresos). Y, claro, coche nuevo de gama alta, fiestas todos los fines de semana, buenos restaurantes y vacaciones a todo trapo que otros no pudimos disfrutar hasta muchos años después y una o dos veces como mucho.
Ahora los tiempos no son tan buenos para nadie. El racimo del Lazarillo que las cogía de tres en tres se está acabando y la cigarra ya no tiene suministros.
¿Cuál es el origen de esta crisis? ¿Quién debe pagarla? ¿Quién no se esforzó lo suficiente en clase y ahora quiere aprobado general?
Que cada uno reflexione y saque sus propias conclusiones.
Colección Borja Sainz de Baranda
Hace 13 horas
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