Acabo de terminar uno de mis magníficos regalos navideños, a la sazón, el sempiterno libro de divulgación científica del que ya había hecho mención (junto a otro) en una entrada anterior.
Y es que Sonia, sin ser una experta en la materia, todos los años se devana los sesos para encontrarme un libro original y atractivo, lo cual le agradezco y sobre todo le valoro porque no es nada fácil.
Es tanto y tan bueno lo que se ha escrito divulgando Ciencia que gran parte de las novedades que atesoran las librerías son meras repeticiones totalmente perdonables de lo anterior a veces incluso en la forma. El libro de hoy es un ejemplo de esto.
Repetir es bueno si el fin es hacer llegar un mensaje tan importante como el de la Ciencia al público en general. Lo que no es perdonable es que ese mensaje contenga imprecisiones o errores graves porque la mayoría de los lectores no tendrán capacidad crítica suficiente y se llevarán falsas enseñanzas, o lo que es peor, se causará en los más aventurados una fuerte desazón intelectual. Por propia experiencia, no hay peor educación que la de un profesor que no sabe transmitir una idea con rigor y precisión: Sólo causa más dudas y un miedo atroz a lo nuevo. Normalmente, suelen ser profesores desmotivados o que no dominan la materia.
Navegando por la red (¡qué gran invento!) me he encontrado que no he sido ni el primero ni el único en encontrar errores en este libro. Espero que no les causen demasiado desasosiego a los jóvenes que aspiren a ser nuestros científicos del futuro.
Voy a mencionar las tres incorrecciones que más me han desconcertado.
- Hablando de la fuerza gravitatoria que notamos cerca del ecuador terrestre en relación a la de los polos... se dice en el libro que como el diámetro de la tierra en la región ecuatorial es mayor debido a la fuerza centrífuga provocada por la rotación, hay más masa bajo nuestros pies en el ecuador y una persona que se encuentre sobre él notará una mayor atracción gravitatoria que en los polos. Falso.
La fuerza gravitatoria depende directamente de la masa, pero también depende del inverso de la distancia al cuadrado. Así que es todo lo contrario de lo que se afirma en el texto. Lo correcto es que la fuerza gravitatoria aparente es menor en el ecuador que en los polos y, por lo tanto, los relojes de péndulo van más lentos en el ecuador.
- Hablando de la generación de un campo magnético por una corriente eléctrica que atraviesa un cable... el libro dice que éste es el motivo, de hecho, por el que los cables de alta tensión tienen que estar bien separados. Las corrientes que circulan generan campos magnéticos que generan otras corrientes que pueden dañarlos. A ver, aquí hay mucho que comentar. Primero, la corriente no depende sólo de la tensión. Segundo, los cables de alta tensión en nuestra civilización suelen llevar corriente alterna con lo que el campo magnético promedio en torno a los cables, una vez alcanzado el estado estacionario, es cero. Tercero, para ilustrar lo que pretende sería mejor hablar de bobinas y transformadores y no de simples cables.
- Hablando de la determinación de la velocidad de la luz a partir de las medidas de los periodos de los satélites de Júpiter... En el libro se dice que esos periodos son mayores cuando la distancia Tierra-Júpiter es mayor y que ello es debido a la velicidad finita de la luz y la mayor distancia que ésta tiene que recorrer. Falso. Los periódos son iguales. Lo que Römer observó en el siglo XVII fue una discrepancia en los tiempos predichos de ocultación (o aparición) de los satélites y no en los periodos. Se ve que el que lo escribe conoce la historia pero no la ha interiorizado.
Para entender de qué hablo mejor leed el libro.
Colección Borja Sainz de Baranda
Hace 12 horas
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