Ayer domingo Aitor Sopelana y yo visitamos la mina Primitiva que tantas alegrías nos ha dado a los coleccionistas locales con sus cuarzos y secundarios de cobre.
En esta ocasión intentamos acceder desde arriba al gossan donde salen las azuritas, malaquitas, etc., pero los que proyectaron las obras del nuevo centro de residuos biológicos hicieron todo lo posible para que el acceso fuera excesivamente peligroso, así que decidimos entrar por abajo (precisamente lo que fue la entrada principal a la cantera).
Nos recibieron unos simpáticos perros cuyo dueño, que tiene una pequeña chabola en la misma entrada, nos permitió pasar por ella. Desafortunadamente, tampoco nos fue posible acceder al gossan de esta manera y simplemente nos dedicamos a recoger algunas muestras antiguas revisando la zona donde había toneladas de pirita masiva, nódulos de siderita, etc.
En la salida estuvimos nuevamente hablando con el dueño de la chabola que nos contó de los peregrinos que se equivocan y acaban por sus dominios y otras penas. Y ya puestos, desde allí le indiqué a Aitor otros yacimientos cercanos y casi visibles como las malaquitas de Peñas Blancas en Barakaldo, los cuarzos de la peña Ezpelarri (peñas Buitres), etc.
Lo mejor, como siempre, el café con el pincho de tortilla, las anécdotas, las lecciones y los regalos (una caja de piritas de Navajún) de Aitor.
Colección Borja Sainz de Baranda
Hace 13 horas
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