Parece casi increíble que en pleno siglo XXI, siglo del Guggenheim y del Titanio, aún existan restos mineros como este horno de calcinación en pleno casco urbano bilbaíno, concretamente en la plaza Saralegi.
La construcción rehabilitada pertenecía a la Mina San Luis abandonada en 1960 y que, junto con el coto de Malaespera, el de La Abandonada y la Mina del Morro, albergaban los mayores y mejores recursos
férricos de la zona tras los enclaves mineros de Ortuella, Sopuerta
y Somorrostro.
Lo que mucha gente no sabe es que bien cerquita del famoso restaurante Michelín La Mina aún hay una entrada a la mina San Luis. Y que la zona en la actualidad está plagada de bares, terrazas a la Ría y restaurantes donde degustar apetitosos pinchos y menús.
¡Quién me iba a decir que mis primeros recuerdos de la infancia de la Ría de Bilbao de finales de los 70 iban a diferir tanto de su realidad actual!
Para comparar aquí tenemos el aspecto de la zona en los años de la explotación minera. Ahora el horno queda en el centro de una plaza rodeada de viviendas, polideportivo, escuelas, centros cívicos, etc. Durante la construcción de estos elementos se pudieron recuperar algunos minerales (calcopiritas, cuarzos, sideritas...) destacando unas curiosas fluoritas que las solemos etiquetar como de la mina San Luis.
Colección Borja Sainz de Baranda
Hace 13 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario