Hace muchos años accedí por primera vez a una de las bocaminas que se indican en el programa de las Fiestas de Allende 2019 de Ezcaray.
Como en tantas y tantas ocasiones cuando busco minas, conseguí llegar a la entrada de éstas tras varios intentos fallidos, y sólo lo he repetido en un par de ocasiones más, una con susto viperino incluido. Unas minas que se remontan al año 1867 que me señalaron como de "plata" y que resultaron ser de galena argentífera y hierro, y en las que muy probablemente salieron otros minerales como la clorargirita referenciada por Calderón en Ezcaray.
Y es que, aún conociendo bien aquel recóndito terreno (aquello hace 20 años era poco menos que una selva), las cuestas y pendientes de Girindolla y Nécutia son más que importantes. No sin razón allí cerca está la Pendiente o Cuesta del Infierno que da paso a unos magníficos Chorretones o Chorretes.
Si al autor del artículo, Íñigo Jauregui Ezquibela, no le parece mal, difundo a través de este blog su riguroso e interesante trabajo donde, además de dar información histórica difícil de encontrar, también da indicaciones para llegar a los yacimientos.
Por cierto, la publicidad que aparece en la entrada está estrictamente relacionada con el Programa de Fiestas.
Colección Borja Sainz de Baranda
Hace 14 horas
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